¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Isaacbaltanas escriba una noticia?
No sólo se trata de las mujeres (que debería serlo si hablamos de Marvelove), no se trata de romanticismo, no se trata únicamente de crear experiencias románticas inolvidables. La teoría (y práctica) del Marvelove va mucho más allá. Es una manera de sentir la vida.
Cuando tenía 16 años y lograba que alguno de mis familiares me prestase una cámara de vídeo, aprovechaba todos los días que la tenía en mi poder para ir a grabar las puestas de sol que podía. Las grababa, las guardaba en cintas etiquetadas, las ordenaba como si se tratase de cromos, o de sellos. A veces las ponía en el televisor y dejaba que se reprodujeran todas, unas tras otras. Coleccionaba puestas de sol.
Tiempo después tuve mi propia cámara de vídeo y pude dedicarme algo más de tiempo. Ya no era una simple grabación, era todo un ritual, una despedida. Detenía mi actividad diaria para decirle adiós al sol, con calma, con afecto, como se despiden dos viejos amigos. A veces le hablaba, le decía cosas, le contaba mis deseos, mientras el sol, impasible, se despedía sin demora. Se convirtió en un hábito y en muchas ocasiones tuve que ir corriendo hasta la colina donde nos encontrábamos todos los días, porque se me hacía tarde. Pero siempre llegaba a tiempo, siempre llegaba para una nueva despedida. Algunos admiraban la constancia, otros no lo entendían, pero para mí tenía sentido.
Todo fue así, hasta que me hice mayor. Un día empecé a viajar, a trabajar, a preocuparme no sé por qué asuntos, a estar ocupado en cosas y nunca más se supo de aquellas puestas de sol.
Después de un largo viaje, y mientras pueda, recupero esa vieja costumbre que tan buenos momentos me regaló.
Primero las veía, luego las grababa y ahora las comparto. Espero que vosotros podáis disfrutarlas cada día con vuestras parejas desde vuestros lugares de encuentro secretos. Espero que sea para vosotros lo que fue para mí: un regalo cada día.
La entrada Un regalo cada día aparece primero en Blog de Isaac.