Para psicoanalizarse no hace falta estar enfermo.

Pero si además padeces alguno de estos síntomas, el psicoanálisis puede ayudarte: depresión, tristeza, ansiedad, estrés, obsesiones, trastorno obsesivo compulsivo, nauseas matutinas, dolores de cabeza crónicos, situaciones de cambio (separación, divorcio, maternidad, paternidad), problemas de pareja (desacuerdos en la educación de los hijos, problemas sexuales, discusiones, falta de comunicación, etc.), insomnio, dificultades para conciliar el sueño, dolores de la menstruación, obesidad, trastornos alimentarios como la bulimia y la anorexia, crisis de ansiedad, ataques de pánico, miedo a los espacios abiertos o cerrados, fobias, alucinaciones, olvidos, enfermedades psicosomáticas, trastornos funcionales en la mujer, infertilidad, etc.

Realizamos informes periciales y de custodia y adopción.