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Voltendo la cara a sus Promesas de Campaña y a la Sociedad Civil que le acompaño, el Presidente de la República, designó a los nuevos magistrados de la corte, de entre allegados a su circulo de alianza y partido y trás señalar de que los restantes aspirantes no reunían meritos
A pocas horas de que los dos magistrados, designados por el Ejecutivo y ratificados por el Órgano Legislativo, tomen posesión en Palacio y se integren al mas alto cuerpo colegiado del tercer órgano del Estado, la Corte Suprema de Justicia; quien en su momento, aceptó trasladar la fecha de escogencia de su nuevo Presidente, al día de hoy, 4 de enero de 2010, con el fin de que los ungidos del nuevo gobierno, pudiesen participar, aspirando a la Presidencia del Órgano; en todo caso valer sus derechos, de aspirar, escoger o ser escogidos; se espera se cierre el capítulo de selección, que dejó en claro que las promesas electorales de campaña, para algunos no son mas que eso, promesas electorales de campaña.
El Señor Ricardo Martinelli, en su momento prometío:
Respetar la Constitución y las leyes inherentes a la selección.
Compartir con la sociedad civil la escogencia de los magistrados, para ello, ésta (la sociedad civil), con representantes del Ejecutivo, adminsitrarián el listado de los aspirantes, recepcionarían de los ciudadanos que así lo estimasen, las preocupaciones y valias que de tales se tuviese, y finalmente recibiría el informe de su gestión.
Tomar en cuenta sólo a los mejores, lo que es de fácil comprobación al examinar la curricula cognoscitiva, experticia y moral ciudadana de los aspirantes
Observar, valorar y preferentemente seleccionar entre aquellos no pertenecientes a sus círculos de allegados, de alianzas comerciales, sociales, políticos y cualquier otro nexo.
Al escoger, desconociendo los vicios legales del proceso selectivo, sin atender parámetros objetivos y sin tomar en cuenta lo actuado por la Comisión, Martinelli mintió, no fue honesto con quienes depositaron abrumadoramente en él la confianza, timó a la sociedad civil, nos engaño a todos.
Sí el hecho fuese aislado, no nos preocuparía, pero no le percibimos así, éste pareciese decir relación con la toma del tercer poder del Estado; y si ello fuese, estaríamos a un paso de la ingobernabilidad.
En un “Estado de Derecho, la idoneidad, dignidad e independencia del Örgano Judicial es cosa esencial”, Dr. César Quintero
Como en todo texto que difunda los postulados del constitucionalismo liberal moderno, en su texto de Principios de Ciencia Política, el insigne catedrático César A. Quintero comentaba que aún en los gobiernos dictatoriales existe un órgano judicial, con alguna independencia de criterio y por más, en un “Estado de Derecho, la idoneidad, dignidad e independencia del Örgano Judicial es cosa esencial”,
Dentro del marco teórico, Quintero se alínea a la Doctrina de la separación de los Poderes de Montesquieu (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), sin dejar de aclarar que estos en realidad responden a funciones del Estado que exigen de una colaboración a decir de otros, armónica y leal.
El Doctor Quintero se opuso y así lo dejó expresado, a “algunos políticos teóricos, y otros actuantes, que abogan hoy por el fortalecimiento del Órgano Ejecutivo, alegando que las crecientes necesidades económicas y sociales que debe satisfacer el Estado actual, exigen de ejecutivos fuertes, enérgicos y hasta cierto punto todopoderosos”
Concluye, “Los males morales y sociales que causan los ejecutivos arbitrarios y omnímodos son, casi siempre, mayores y de más hondas proyecciones, que sus infecundas y aparatosas realizaciones materiales”.
Comparto con el Doctor Quintero, en que todo Estado de Derecho que se precie de tal, se cimentará sobre la separación de los Poderes y ha de garantizar la existencia y autonomía de este tercer poder respecto a los otros dos de orden político, encargado mayoritariamente de las funciones judiciales a fin poner altos, a los gobiernos despóticos y evitar que determinado grupo o clase social o política interfiera o niegue los derechos e intereses del resto de la sociedad.
Una cosa es campaña y otra el ejercicio, prometio respetar la Constitución y las leyes, compartir con la sociedad civil la escogencia, tomar en cuenta a los mejores entre los no allegados